Entrevista a Damián Lopo, CEO de Crowdium
"Todas las Fintech tienen un nivel de responsabilidad social muy importante que es crear confianza y que la gente vea que se están creando empresas serias donde pueden poner sus ahorros. Y nosotros en Crowdium estamos construyendo una empresa sólida, confiable y de largo plazo porquequeremos competir como producto financiero con los bancos."
Crowdium, la plataforma argentina de fondeo colectivo inmobiliario.
Hoy entrevistamos a Damián Lopo, cofundador y CEO de la primera plataforma argentina de financiación participativa:
Damián, estudiaste Administración de empresas y después hiciste un master en Finanzas. De ahí te iniciaste en el marketing digital en Estados Unidos, después pasaste a la gestión de activos financieros y de ahí a la gestión de activos inmobiliarios. Cuéntanos un poco más sobre ti y tu experiencia profesional previa antes de Crowdium.
El crear y montar empresas es mi pasión, es algo que me gusta mucho y es lo que hice siempre. Mi experiencia profesional empezó muy temprano. Yo ya empecé a trabajar mientras estudiaba en la universidad, pero tuve muy pocos trabajos formales en grandes empresas. Y tuve la suerte de tener siempre oportunidades de crear cosas, que es lo que me gustó, y por suerte me fue siempre bien y eso me llevó a llevar un camino emprendedor prácticamente toda mi carrera.
Empecé un proyecto, llamado Proideas, con un socio. Yo hacia la parte justamente financiera y de presentación y él trajo una pequeña idea que desarrollamos juntos. Y tiempo después terminamos teniendo una empresa que cotizaba en bolsa en Argentina, con doscientos cincuenta millones de dólares de activos.
Llegamos a 2008 con la crisis mundial de Lehman Brothers y tuve la suerte, lucidez y el asesoramiento de amigos en Nueva York, que me dijeron: “Damián vendé todo y salí de los mercados de capitales porque se derrite el mundo”. Tuve la suerte de poder hacerlo a tiempo y vendí toda mi participación antes de la crisis, con lo cual la crisis me agarró en total liquidez.
Y ahí volví a empezar una nueva holding: NewLink Capital, que es la que tengo ahora y que hoy tiene cinco presas: una desarrolladora, una empresa de fondeo, una empresa de tierras, un fondo de inversión y Crowdium.
¿Como emprendedor cuáles son las principales dificultades con las que te has encontrado?
Cuando estaba graduándome en la universidad empezó la época internet y me subí a esa ola, en el final de los noventa, con algunos emprendimientos que anduvieron muy bien. Tuve la suerte de poder participar de eso, donde aprendí y me enriquecí muchísimo sobre cómo es crear una empresa desde cero y, sobre todo, una empresa tecnológica, en algo tan moderno como era en ese momento internet, que era algo totalmente novedoso. Eso me dio una visión bastante distinta en los negocios, pero a la vez me encontraba una limitante: que todas las grandes ideas terminaban en un camino cerrado que es la búsqueda de capital. Vos hacías levantar el vuelo de un proyecto, pero cuando realmente querías que despegara de verdad, si no tenías buena cantidad y capacidad de fondeo se veía limitado su crecimiento.
Doy charlas en la Universidad de San Andrés sobre emprendedurismo y yo siempre les digo a los chicos: “vos tenés que complementar tu perfil”. Yo siempre fui comercial, siempre fui vendedor y siempre tuve facilidad para desarrollar cosas, pero cuando me sentaba delante de un fondo de inversión con un CFO con veinticinco años de experiencia y me decía: “calculame el beta de esto, o la tasa de riesgo de esto, o cuál es el costo de capital ponderado de aquello…” Cuando entraban en profundidad para hacer una inversión, que es lo que hacen los grandes fondos, sentía que tenía una debilidad, entonces ahí fue que decidí dedicar un par de años a profesionalizarme en el área financiera.
Debido a que me daba cuenta que me pasaba más tiempo buscando plata que trabajando, realice un Master en finanzas, comencé a trabajar en el trading de futuros y opciones, trabaje un par de años en la bolsa de New York, y todo esto lo hice para involucrarme en el sector financiero, generar contactos, aprender y profesionalizarme.
Otro aspecto que es más difícil de controlar por parte del emprendedor, pero que también es muy importante, es que sepa encontrar o valorar el timing adecuado para su proyecto. Yo hice varias empresas en mi carrera que me empezaron yendo muy bien y que después las tuve que cerrar porque era demasiado temprano para ese producto. En el año 98 creé una empresa de compra de grupos de consumidores que se llamaba Neotribu y que era similar a Groupon, pero quince años antes. Internet en ese momento no tenia masa y luego de algunas rondas de inversión la tuve que cerrar, pero quince años después Groupon sí tenía sentido y hoy vale miles de millones. Y es que a veces hacer las cosas demasiado temprano es tan malo como hacerlas demasiado tarde, y este fue mi mayor aprendizaje.
También eres un reconocido inversor, en 2013 fuiste seleccionado para participar como uno de los cinco jurados/inversores en la versión Argentina de Shark Tank y además participas en el grupo inversor Santa Maria Investment. ¿Qué es lo que más valoras cómo inversor en un emprendedor?
Yo siempre apoyé el rubro de emprendedores y cuando, como emprendedor me fue bien y tuve una capacidad extra de capital, me metí en algunos emprendimientos de terceros y en fondos. Lo que pasa es que mi capacidad inversora no es la de los grandes fondos y yo entro en etapas más tempranas para algunas cosas y apoyo unos emprendimientos o empresas. Y también desarrollo otros emprendimientos dentro de mi compañía. Así que tengo el doble sombrero, o el doble rol, como inversor y como emprendedor.
Yo colaboro mucho en el ecosistema emprendedor de Argentina, de hecho, soy socio fundador de ASEA, que es la Asociación de Emprendedores de Argentina y doy clases ad honorem en la mejor universidad en negocios de Argentina. Yo lo que trato de hacer es levantar el nivel técnico de los emprendedores argentinos. Y cuando doy clases en la universidad yo siempre les cuento: “voy a tratar de enseñarles lo que a mí no me enseñaron en la universidad y me hubiera gustado que me enseñen”. Porque a veces los libros no tienen todas las respuestas y en la universidad a veces te dan conocimientos más teóricos, y cuando te topás con la realidad fuera, decís: “hubiera estado bueno que alguien me hubiera dicho que esto es lo que me iba a venir…”
Cuando grabamos Shark Tan Argentina, una de las cosas más claras que vimos fue que había una deficiencia fuerte en los conocimientos financieros. No puede ser que un emprendedor te diga que si empresa vale diez millones de dólares y que cuando le preguntas cómo llegaron a esa valoración, sólo te sepan dar la respuesta intuitiva. Ningún inversor serio institucional te va a reconocer una valoración de cinco o diez millones de dólares en una empresa si no tenés algún sustento financiero atrás.
¿Y no le perdonas a los emprendedores que no tengan esa esa cultura financiera de la que tu adolecías cuando empezaste?
No, no le perdono a nadie que no sepa de números. Los emprendedores cometen el típico error de que te hablan una hora y media de su producto o servicio y después no saben valuar la compañía, no saben calcular el valor de un flujo futuro de fondos descontados, etc. Y hay un sinnúmero de cosas técnicas, numéricas, que el inversor es lo primero que te va a ver. El inversor te va a escuchar sólo unos minutos para ver si tu producto o servicio está bueno. Y si la respuesta es que sí, entonces el inversor quiere escuchar de negocios: ¿cuánta plata pongo? ¿cómo la saco? ¿cómo la invierto? ¿cuáles son los riesgos? ¿dónde se va a invertir? ¿cuánto vas a usar para marketing? ¿cuánto para management? ¿cuánto para tecnología? ¿Cuánto para recursos humanos?
El principal error que cometen los emprendedores es que no entienden que para concretar una inversión con un inversor las charlas son básicamente de números. La charla de producto debería ser un veinte o un treinta por ciento como máximo ¡y el otro setenta por ciento son números!
Los chicos jóvenes no tienen mucha experiencia profesional, pero tienen la energía, la voluntad, las ganas y la idea, todo para decir: ¡voy a hacer una empresa! Todos sueñan ser el próximo Facebook, pero adolecen de completar su perfil financiero. Están muy motivados con su idea, lo cual está perfecto, y te hablan dos horas de su idea y después no saben nada de la otra parte de números. Y les falta decir: “te voy a hablar un poco de la idea, pero te voy a explicar el buen negocio que hay atrás”.
Y con todo ese bagaje previo ¿Cómo llegas al crowdfunding? ¿Y cómo te decides a fundar Crowdium?
En primer lugar, mi holding anterior ya era todo del rubro inmobiliario, con lo cual ya son quince años que yo estoy en el sector inmobiliario, y cuando vos estás en el sector inmobiliario con tanta profundidad como es un mercado relativamente chico como es Argentina y ya te conocen, pasa que los negocios muchas veces te llegan y la gente te llama.
Y me cansé de que la gente me llamara a diario y me preguntara: “Tengo 40.000$ ahorrados ¿en qué puedo invertir?” Y yo les tenía que responder: “Con ese capital, por ahora en nada, deberías seguir ahorrando un poco más para poder acceder a algunas inversiones”.
Y entonces nos dijimos: “hay que crear un producto para la gente que tiene menos capital”. Además, en Argentina y en Latinoamérica, a diferencia de Europa y Estados Unidos, hay una falta total de crédito. Y si querés comprar un departamento que vale trescientos mil dólares, tenés que tener trescientos mil dólares. No tenés que tener el down payment de treinta mil y una capacidad financiera para afrontar un crédito de veinte años porque no hay. Y esa es la realidad. Recién en el último año, comenzaron a aparecer un poco los créditos, pero con un sistema de tasas linkeado a la inflación que fracasó nuevamente. Las tasas se fueron por las nubes con la inflación y la gente que sacó créditos está sumamente preocupada. Latinoamérica carece de crédito totalmente en comparación con los países más desarrollados del mundo.
Y, a la vez, en Argentina tenemos mucha descendencia de españoles e italianos y todos tenemos el mandato familiar de querer invertir en ladrillo, porque está la sensación real de que es más seguro que invertir el mercado financiero. Entonces la gente quiere arrancar poniendo sus ahorros en ladrillo, pero luego no pueden porque no tienen el capital suficiente.
Así que nos dijimos: creemos una plataforma simple, sencilla, segura y rentable, que permita que cualquier persona pueda invertir desde un monto muy bajo en el mercado inmobiliario. Ese fue el leitmotiv con el que comenzamos esto hace más de tres años.
Cuando empezamos con la idea empezamos a buscar viabilidad y estaban naciendo tímidamente ya en Estados Unidos diez o quince empresas de este mismo rubro, con lo cual nosotros lanzamos en Argentina nuestra plataforma de crowdfunding inmobiliario casi a la misma vez que estaban saliendo en el resto del mundo.
¿En qué año entonces fundasteis Crowdium?
Comenzamos la fase de setup y programación a finales de 2015. Y hemos recibido cinco premios internacionales y parte del mérito es por nuestra tecnología. Hoy en el mundo hay más de cuatrocientas empresas de crowdfunding de real estate, pero Crowdium fue la primera empresa del mundo en tener una plataforma ciento por ciento transaccional.
Eso quiere decir que vos ves un banner de Crowdium, lo clicás, entrás a la página, te registrás, ponés tus datos, abrís tu cuenta, subís la documentación que te pide el gobierno para poder invertir, haces un giro de tu home banking, hacés una firma digital y te llega a tu casa tu certificado digital de participación. Y lo puedes hacer si quieres desde la playa con un celular. Y Crowdium fue la primera en el mundo que te permitía hacer esto. Todas las demás terminaban siempre en una firma física, o en un contrato o en algo. Nosotros fuimos los primeros en tener una plataforma ciento por ciento transaccional y con validez legal.
Nuestra plataforma tiene una parte tecnológica muy fuerte, con cinco plataformas inter relacionadas:
• front (que es lo que ve el cliente)
• back office
• admin
• canales de venta
• fiduciaria
La fiduciaria significa que vos podés ir a una inmobiliaria de acá, o a un bróker, para abrir una cuenta en Crowdium. El sistema se conecta al backoffice de Crowdium, sube la documentación y te crea una cuenta en Crowdium. Después el backoffice se comunica de forma automática con la fiduciaria y, de acuerdo con el gobierno y según los documentos que vos mandaste, la fiduciaria te dice automáticamente tu capacidad máxima legal para invertir. Y eso es lo que se te aprueba en tu cuenta y es lo que se te acepta. Y este desarrollo tecnológico fue por lo que nos dieron tantos premios en 2016.
¿En qué situación legal se encuentra Crowdfunding en Argentina? Hace ya más de un año que el gobierno argentino sancionó la denominada Ley de Emprendedores, pero no tuvo mucho éxito. ¿Sabes en qué situación se encuentra este proyecto de ley y qué opinión tenéis sobre la misma? ¿Estáis a favor de regularos?
Nosotros estamos muy metidos en el tema porque el estudio legal que está redactando la Ley de Emprendedores en Argentina son también los abogados de Crowdium. Salió una primera reglamentación de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que se llama Resolución General 717-E/2017 que es la que regula el Financiamiento Colectivo, o crowdfunding, entre otras cosas.
Pero esta denominada Ley de Emprendedores, aunque ya se lo habíamos advertido, salió con muchas carencias y de hecho fue un fracaso por el exceso de requisitos que se exigían y no se ha registrado nadie como PFC o Plataforma de Financiamiento Colectivo.
Entonces tuvimos una reunión hace menos de dos meses con la CNV, abogados, gente de la SEPyME, que es la Secretaría de Emprendedores y PyMEs de Argentina, y algunos de los representantes del ecosistema Fintech en Argentina. Y la CNV nos pidió nuestro feedback para saber el porqué del fracaso. Así que le planteamos las modificaciones que creemos son necesarias y que ya le habíamos advertido hacía tiempo.
El primer problema que tuvo la regulación fue considerar el crowdfunding como un genérico y considerar todos los casos iguales. Efectivamente la palabra crowdfunding no significa otra cosa que financiamiento colectivo, pero el gobierno tiene que entender que no es lo mismo el financiamiento de un producto, que de una startup, que de un proyecto inmobiliario. Ya que cambia notablemente la naturaleza de ese financiamiento y especialmente en tema de riesgos.
El gobierno quiso regular el crowdfunding de las startups, porque las estadísticas dicen que el 80% de las startups quiebran, y quiso evitar que alguien con muy buena capacidad de venta convenciera a los inversores de poner toda su plata en un proyecto y que después los perdieran. Así que para proteger al inversor y limitar su exposición en el equity crowdfunding en startups, decidió limitar el importe máximo por proyecto, el porcentaje máximo de tu capital que puedes invertir, etc
Entonces no puedes regular de igual manera a una startup que te dice que va a hacer un cohete para llegar a la luna y que va a valer diez mil millones y la probabilidad de que eso pase es del 0,1%. Que el tener un metro cuadrado invertido en ladrillo, que la probabilidad de que lo sigas teniendo es del 100%.
Y entonces ahí entendieron que el crowdfunding abarca muy distintos rubros y que no se pueden regular igual. Y este es el error que están cometiendo: los reguladores tienen que entender que nos es lo mismo el crowdfunding de una startup que el crowdfunding de un proyecto inmobiliario. Lo que hay que valorar es el activo subyacente que está debajo y valorar si en lo que está poniendo la plata el inversor es algo seguro o en algo que tiene mucho riesgo y donde puede perder toda su inversión. Porque cuando inviertes en ladrillo tu posibilidad de perder toda tu plata es cero.
Entonces ¿el crowdfunding está regulado en Argentina?
A día de hoy las plataformas de crowdfunding inmobiliario en Argentina no están reguladas y no están alcanzadas por la regulación. Otra cosa distinta son las plataformas que ofrecen equity o participaciones en una startup. Así que lo que yo no puedo ofrecer son acciones de una empresa.
¿Puedes explicarnos un poco más cómo estructuráis las inversiones, los fideicomisos y qué cobertura legal tiene el inversor? ¿Cómo es el proceso de inversión en Crowdium?
Nosotros negociamos un descuento con los promotores, que puede ser de entre un diez y quince por ciento. Firmamos una opción compra con ese descuento y le pedimos entre 90 y 120 días para integrar el capital. Subimos el proyecto a la plataforma, que está legalmente atado, y tenemos el plazo acordado para juntar el capital.
La intención es que el que compra con Crowdium le salga más barato que si comprara el sólo directamente al promotor, porque no tendría acceso a los descuentos que nosotros sí conseguimos por volumen y por pago en efectivo.
Cuando reunimos todo el capital vamos al desarrollador con un fideicomiso ordinario. Nosotros trabajamos con CFA Compañía Fiduciaria Americana, que es una fiduciaria pública auditada por la CNV, que es el mayor de nivel de transparencia que podés tener en el rubro en Argentina. Ejecutamos la opción de compra y la fiduciaria queda como propietaria de esos departamentos con un fideicomiso.
Crowdium en ningún momento maneja el dinero de los inversores. Los clientes depositan el dinero en la cuenta de la fiduciaria, que es la que se encarga de ejecutar ese contrato. Y el inversor recibe una cuotaparte de un fideicomiso que te garantiza el porcentaje correspondiente de todos los derechos de ese fideicomiso.
Hace dos años tuve la oportunidad de ver vuestra presentación en el South Summit en Madrid, donde fuisteis una de las 100 startups seleccionadas. ¿Qué ha cambiado desde entonces y qué planes tenéis?
Nosotros tenemos una visión a largo plazo y queremos estar en toda Latinoamérica en los próximos dos o tres años. Y la única manera de hacer crecer una empresa que trabaja con los ahorros de la genta y con su capital, que en el fondo es parecido a la figura de un banco, es la transparencia absoluta y total. Nosotros trabajamos con los máximos escalones que hay en Latinoamérica de transparencia, de seguridad, de documentación, de compliance y de todo, para que Crowdium pase cualquier nivel de auditoría.
Nosotros estamos hablando con fondos de inversión de Estados Unidos para replicar la compañía y ya estamos en charlas para abrir en México, Colombia, Chile, Uruguay y Estados Unidos. Y debemos ser lo más transparentes y prístinos que se pueda ser. Y así es como trabaja Crowdium.
Porque nosotros tenemos un objetivo muy claro a largo plazo, que es ser la empresa número uno de crowdfunding en Latinoamérica, con la mayor transparencia y crear una marca que sea sólida, confiable y que la gente vea a través de los años que puede por su capital en un lugar que está totalmente seguro.
Nosotros hemos optado en Crowdium por aportar al inversor las máximas figuras legales de protección existentes en la ley argentina y latinoamericana. Nos sale carísimos la fiduciaria y los controles de la CNV, pero nosotros estamos construyendo una empresa sólida, confiable y de largo plazo y queremos competir como producto financiero con los bancos.
Has hablado de los planes de expansión de Crowdium, pero de momento no aceptáis inversión extranjera ¿Tenéis pensado abriros a inversores de fuera de Argentina?
Actualmente la Ley del Fideicomiso en Argentina establece que, si en un fideicomiso existe un solo inversor extranjero, que no tribute en Argentina, hay que retener un 35% de impuestos a todos los fiduciantes. Y es por este diferente trato fiscal que, de momento, no hemos aceptado inversión extranjera para no penalizar a los inversores argentinos. Y por esta razón hacemos fideicomisos para argentinos en Argentina.
Pero ya estamos trabajando para lanzar fideicomisos para extranjeros que puedan invertir en Argentina. Y después estamos incorporando para el año que viene tecnología blockchain para simplificar los procesos, tener más seguridad y más transparencia y más internacionalización.
Aunque como te decía antes, creo que todavía es muy temprano para el blockchain y no conviene precipitarse. Todavía es muy pronto para lanzar nada porque no está popularizado lo suficiente y tiene un drop-off muy elevado de cara a los usuarios. Pero tenemos claro que es el futuro y que todas las Fintech se manejarán en diez años con redes blockchain interconectadas y es un proceso en que ya estamos trabajando.
En septiembre de 2016 levantasteis vuestra primera ronda de inversión de 500k dólares. Y recientemente estáis ultimando una ronda seria A por un importe de 1,5 millones con distintos fondos de capital riesgo como ComeFund Venture Capital y NxtpLabs. ¿Puedes contarnos algo más sobre el tema?
Recientemente fuimos a Miami, junto con mi socio Manuel Estruga, a un evento de fondos de inversión en Real Estate y tuvimos más de veinte reuniones a presentar Crowdium y nos fue súmamente bien. Y hay varios fondos de inversión que quieren ampliar la ronda de los 1,5 iniciales a 3 millones para meterse en esta etapa.
Todavía no hay nada firmado, pero ya estamos trabajando en la due dilligence. Es una decisión estratégica que tenemos que tomar ahora, porque queremos tener el Cap Table ordenado y definir bien la valuación y el valor post money, para no perder el control de la compañía en una posterior serie B. Así que estamos viendo cuánto aceptamos y cuánto no. Si esperamos y cerramos ya con los 1.5 iniciales e iniciamos operaciones internacionales y posteriormente volvemos a abrir ronda a una valuación superior en la que cedes menos equity.
Nosotros podríamos hacer la regionalización, o internacionalización, con capital propio, pero el crecimiento con capital orgánico es lento. Crowdium es una empresa que a partir del año y medio de vida ya ganaba plata. Y para nosotros es un orgullo muy importante, porque empezar una empresa tecnológica y que al año y medio sea Cash Flow positive es un gran logro. Pero si tenemos que esperar a tener excedentes de capital en Crowdium para poder abrir un país y después el otro y después el otro, podemos tardar cuatro o cinco años. Pero si te inyectan una inversión importante en tan solo uno o dos años podés estar operando en cinco países.
En este negocio el tiempo es muy importante y el tiempo es valor. Y estamos dispuestos a sacrificar equity de la compañía en pos de ganar velocidad, porque nosotros queremos ser la empresa número uno de Latinoamérica en el corto plazo.
Crowdium pertenece al grupo NewLink Capital, que además tiene otras marcas: Gaudium, Tirium, Arland y Landium. ¿Puedes hablarnos un poco más sobre la organización del grupo?
Crowdium es sólo una de las empresas de NewLink Capital, aunque nosotros como socios decimos que es como nuestro hijo preferido. Los otros negocios son más tradicionales y nosotros vemos que Crowdium tiene el potencial de ser una empresa de más de cien millones de dólares, pero si nos volcamos tanto en Crowdium no es tanto por la valuación económica, sino por lo que implica de impacto en el mercado inmobiliario latinoamericano. Nosotros queremos democratizar las inversiones, queremos que un mexicano pueda invertir en Argentina, que un chileno pueda invertir en Perú, o que un norteamericano pueda invertir en Brasil. Ese es nuestro objetivo.
¿Qué perspectivas ves para el mercado inmobiliario argentino?
Llevo en el mercado inmobiliario argentino desde hace más de quince años, con la cual te diría que conozco más el mercado inmobiliario que el crowdfunding. En el crowdfunding, como fuimos los primeros acá, no tuvimos de quien aprender y estamos escribiendo nosotros el libro del tema y aprendemos con la experiencia.
Pero en el mercado inmobiliario tenemos un gran conocimiento. Argentina tiene una particularidad, que se da en pocos mercados, y es que en todo el mundo cuando hay fluctuaciones de cambio y el dólar sube o baja, las propiedades suben o bajan. Pero en Argentina al no haber crédito, cada comprador puso centavo a centavo toda la plata para comprar su departamento, rompió su chanchito de ahorros y lo invirtió en una propiedad.
Y en caso de devaluación, la gente no está dispuesta a asumir la pérdida y aunque no venda la propiedad no están dispuestos a bajar el precio. Y, por eso, en el mercado inmobiliario argentino no suele reflejarse la devaluación de manera lineal. Esto es algo cultural del argentino, que como le costó mucho volcar sus ahorros ahí, prefiere decir me lo quedo antes que asumir que vale menos.
En Argentina durante muchos años tuvimos un tipo de cambio clavado en 16 pesos por dólares, con una inflación llegando entre el 25 y el 40%. Y eso generó un desfasaje con el costo de la mano de obra para construir un inmueble, que cada año subía un 30% y cada vez te costaba más pesos, pero el dólar era el mismo, y entonces cada vez te costaba más dólares. Y llegó un momento que cuando calculabas los costes de un proyecto: la tierra, el proyecto, los materiales, más la mano de obra y sacabas el costo total de hacer un edificio, estabas por encima del precio de venta. ¿Y entonces qué pasó? Pues que se frenó la construcción.
Todos sabíamos, y deseábamos, que en Argentina tenía que haber una devaluación. ¿Por qué? Porque el campo estaba parado, la construcción estaba parada, el turismo estaba parado, etc. Todo lo que dependía de cosas en dólares, con un dólar fijo a un valor bajo, se empezó a desacelerar. Y llegó el gran terremoto que pasó, la crisis de tipos de cambio en la que se pasó de los 16 a 20, luego a 22, tocó 42 y ahora se estabilizó en 38 o 39 pesos por dólar. Si bien esta devaluación fue un shock para la economía y podía haber sido más gradual, todos estábamos esperando que pasase y no fue tan trágico como pueda parecer. La economía es una matriz muy compleja, al que es importador le perjudicó y al que es exportador le benefició, pero creo que fue bueno para la economía.
Hoy el coste de construcción bajó casi un 35% y está empezando a reactivarse el rubro inmobiliario. El crédito, que era algo que había ayudado mucho a generar ventas, con la inflación se paró de golpe, pero ahora se está reactivando. Así que, en resumen, creo que el mercado inmobiliario en Argentina tiene buena perspectiva para los próximos años, pero tampoco esta exento de la dura realidad de la economía macro argentina.
Lleváis ya financiados 7 proyectos en vuestra plataforma ¿Qué rentabilidad media estáis ofreciendo?
Nosotros lo que vimos es que el micro inversor argentino necesita tener tasas de dos dígitos en dólares. Si yo lo ofrezco tasas de un 7 - 8% no se sienten atraídos. Si los ofrezco tasas del 10 – 12% les encanta. Si les ofrezco tasas más arriba del 12% me ponen la plata sin mirar. En Europa las tasas son más bajas y rentabilidades tan altas a un europeo pueden sonarle hasta sospechosas. Pero en Latinoamérica la situación al revés y vos tenés que generar muy buenos negocios y el inversor es muy exigente y por menos de eso no entra. Sobre todo, el micro inversor que se tira una fichita de 5.000 o 10.000$ para probar.
Entonces, nosotros en Crowdium de las seis carteras que tenemos ahora mismo, una ya la cerramos, que duraba tres años y dio la vuelta completa y ya hemos pagado un 30% en 18 meses. Y las otras cinco están en proceso.
Algunas sabemos cuánto van a dar exactamente porque hemos tenido la suerte y la posibilidad de cerrar algunas carteras de renta garantizada. Por ejemplo, acá en Argentina hemos comprado en la zona petrolera de Vaca Muerta, que es una de las zonas con más auge que hay hoy, un edificio terminado con un contrato en vigor con una multinacional, que te paga un alquiler fijo en dólares y que además tiene un seguro de caución por si no te pagan la renta. Así que ese contrato de alquiler ya te da un 12% en dólares garantizado por contrato con un seguro atrás. Y por lo tanto no es una tasa esperada, sino una tasa garantizada. Nosotros en este proyecto juntamos 2 millones dólares en 40 días y se nos quedó mucha gente afuera.
Cuando a un inversor le ofreces un buen proyecto y una buena tasa, sobran inversores. Y ahí es donde vemos el potencial del crowdfunding.
Para terminar ¿Cuál dirías que es el mayor valor de Crowdium y qué os hace diferentes?
Te destaco los cuatro mayores valores de Crowdium y que creo nos hacen diferentes:
✔️ Nuestra marca: Crowdium.
Dentro de lo que es Latinoamérica nosotros somos uno de los pocos players en crowdfunding inmobiliario y todavía los que están naciendo todavía son muy incipientes. Somos una marca conocida en Latinoamérica, con buena presencia y con buena imagen y eso ya es un activo muy importante.
El crowdfunding lo más difícil que tiene es que es un negocio de volumen, con lo cual lo más difícil es arrancar. Hoy que a nosotros ya nos conocen y tenemos más de 25.000 inversores registrados, la cosas se hacen más fáciles.
✔️ Nuestro nivel transparencia.
Nuestro nivel transparencia y seguridad jurídica en los contratos es un gran punto fuerte. Con una fiduciaria auditada por la Comisión Nacional de Valores es algo que no está haciendo acá en Argentina nadie y en Latinoamérica hay poca gente haciéndolo de esa manera. Y este nivel de seguridad jurídica y de transparencia en la parte legal es muy importante para Crowdium por que trabajamos con los ahorros de la gente. El Fintech es un sector nuevo y tiene un nivel de responsabilidad social muy importante que es crear confianza para que la gente vea que se están creando empresas serias donde puede poner sus ahorros. Y nosotros en Crowdium esto lo tenemos grabado a fuego.
✔️ Nuestra plataforma y nuestra tecnología.
No sólo por todo lo que ya he hablado sobre su transaccionalidad y que nos valió tantos premios, sino segundo porque ahora estamos lanzando Crowdium 2.0 en 2019 que involucra sumar blockchain y sumar un motor de inteligencia artificial y un algoritmo propietario en todas las áreas de la empresa. Y esto va a ser un valor diferencial muy fuerte.
Por ejemplo, desde el lado de los proyectos los desarrolladores nos mandan todo el tiempo proyectos para invertir que antes teníamos que revisar a mano. Pues va a haber todo un motor de inteligencia artificial donde los desarrolladores entrarán, rellenarán más de cien campos y el sistema automáticamente analizará los proyectos y los ranqueará para saber cuáles son los mejores para nuestros inversores.
Por otro lado, el reconocimiento y tramitación de toda la documentación que te pide el gobierno por ley para poder invertir, también va a estar todo automatizado. Crowdium va a dejar de tener intervención humana en los procesos.
Otro punto importante es que nosotros queremos hacer que la gente pueda invertir desde 1$. Hoy esto es imposible debido a la estructura de controlling que te exigen la fiduciaria y la CNV, que tiene unos costes mínimos que imposibilitan que alguien pueda invertir tan sólo 1$. Entonces hemos creado y registrado un motor de inteligencia artificial, llamado Aurora, que actuará como un asistente automatizado para toda la gente que invierta entre 1 y 1.000$. Y esto nos permitirá, eliminar la intervención humana y rebajar costes y poder recibir inversiones desde tan sólo 1$. Nosotros queremos masificar por completo la inversión e ir a la base de la pirámide. Y poder hacer una publicidad tan masiva que si te entran simultáneamente a la plataforma 30.000 personas para invertir 1$, gracias a esa automatización y a la asistencia de Aurora, lo puedan hacer sin problemas.
✔️ Nuestro equipo humano.
Y el último punto y más importante y que es el mayor valor de Crowdium es el equipo de gente tenemos. Tenemos quince personas que son un auténtico Dream Team. Tenemos un equipazo en marketing, en proyectos, en legal, en todas las áreas tenemos gente excelente y con muchísima experiencia. Nosotros estamos dedicados 100% a esto, full time, full life, vivimos para Crowdium y respiramos Crowdium. Creemos en el crowdfunding y creemos que juntar 100.000.000,00$ es difícil, pero que juntar 10.000 personas de 10.000$ no es tan difícil. Y por eso apostamos y es lo que vamos a hacer, para hacer una empresa líder en Latinoamérica en poco tiempo. ¡Y para ello tenemos un equipo de primera!