Crowdfunding inmobiliario. ¿Qué es?
El mercado inmobiliario se renueva mediante métodos alternativos de inversión a través de los que se podrá acceder a inmuebles en cualquier parte del mundo.
La inversión en ladrillo ha regresado. Y vuelve con una transformación acorde a la nueva era de la innovación y las tecnologías, sirviéndose de un sistema novedoso: el Crowdfunding inmobiliario o, lo que es lo mismo, la financiación colectiva de proyectos.
Este método funciona parecido al Crowdfunding tradicional, aunque con pequeños matices. Aquí son los expertos del sector los que proponen proyectos con vistas a tener gran rentabilidad y los inversores deciden en qué inmuebles participar, ya sea viviendas, hoteles, locales, etc. Para elegir esos proyectos, suelen fijarse sobre todo en inmuebles bien situados de ciudades grandes y cada inversor posee un porcentaje de esa propiedad en proporción a su inversión inicial.
Hasta ahora, la inversión en el mercado del ladrillo estaba reducida a los grandes patrimonios o al banco para intermediar entre la adquisición de un piso y un particular. En cambio, el Crowdfunding inmobiliario convierte al pequeño ahorrador en un actor más del sector pudiendo invertir en inmuebles desde cantidades como 50 € o 100 €, dependiendo de la plataforma y del proyecto. Lo que algunas empresas ya llaman “la democratización del mercado inmobiliario”, ya que antes la compra de grandes proyectos estaba limitada a unos pocos y ahora son muchísimos más los que pueden optar a invertir en este sector.
Este método de financiación colectiva ha descubierto un nuevo mercado y ha provocado su revolución. Ya no hace falta un intermediario y tampoco tener una gran fortuna. Mediante las webs de Crowdfunding inmobiliario puedes cofinanciar proyectos en cualquier parte del mundo desde cantidades pequeñas. Y esto te brinda muchas oportunidades como por ejemplo invertir en un edificio de apartamentos en Nueva York, en un edificio de oficinas en Londres o participar en un hotel en París.
¿Y qué sacan los propietarios de esa participación? Igual que el que apuesta por un proyecto musical, el inversor en Crowdfunding inmobiliario recibe un beneficio, una recompensa. En este caso sería una parte de los ingresos que genere el alquiler de las viviendas y su posterior venta.
En cuanto a la posibilidad de que se pierda dinero, como en cualquier inversión, siempre va a existir un riesgo. Sin embargo, en el caso de la inversión en ladrillo siempre hay un bien que respalda ese capital, por lo que la pérdida total es prácticamente imposible.
Pero, ¿cuándo inició todo esto? Comenzó con una primera compañía en Washington, FundRise, que en 2011 consiguió 300.000 dólares por Internet para invertir en una promoción de viviendas.
Al año siguiente, Barack Obama aprobó la Jumpstar Our Business Startups Act, conocida como JOBS act y comenzó a replicarse este sistema de inversión. Ya en 2013 se extiende el modelo de crowdfunding inmobiliario y aparecen las primeras plataformas en el Reino Unido. En 2014 el Crowdfunding inmobiliario continuó con su expansión por Europa. En 2015 se terminan de eliminar las últimas barreras en EE UU y se produce una eclosión internacional en el número de empresas y el volumen de inversión.
Se abre así una era alternativa y rompedora en el sector inmobiliario con el Crowdfunding por bandera donde el futuro ya es presente.
